18 diciembre 2010

Jueves 15 de diciembre de 2010

Querido diario:
Diciembre otra vez... y con él el frío que me hace sentir bien, pero también una oleada de ideas y pensamientos que me recuerdan mi mortalidad.
Ahora... me siento aburrido, sin tener nada qué hacer; es justo en estos momentos de ocio que comienzo a divagar sobre mí, situado en el ahora, anhelando mi largo pasado que ya no regresa, y temiendo que mi futuro desaparezca tan rápido que no me percate. Futuro que pronto se vuelve pasado y pasado que despiadadamente se va al olvido.
Hace cinco años, no imaginaba llegar a tener 18, y estar en la universidad... ¡eso me resultaba tan lejano! Pero ahora estoy aquí, sorprendiéndome por haber llegado tan lejos, y visualizando estos cinco años que ahora en mi cabeza los recorro en un santiamén. ¿Así se irá el resto de mi vida?
Y a todo esto. ¿qué es la vida? A veces me gusta pensar que es un gran escenario, que comparto con un montón de actores, todos ellos ajenos a mí, cada uno concentrado en su propio papel; un escenario en el que, cuando no hay nada más que yo mismo en él, puedo percatarme de la naturaleza de su esencia: un lugar único, en el que algo o alguien me ha incrustado sin razón, por casualidad.
¿Y qué hay más allá? ¿Hay un nivel superior a mi existencia? ¿No podré salir tan sólo un momento de mi propio ser para visualizar mi existencia desde una perspectiva diferente, donde pueda reunir pasado, presente y futuro de un solo vistazo? Todo esto, toda esta realidad, me asusta... y no puede ser cambiada.
Por encima de todo, esta realidad debo vivirla yo solo... vivo por mi cuenta y debo morir yo solo.
Y a todo esto, ¿qué hay después de la muerte? Aunque las religiones y ciertas creencias prometan una vida nueva, hay algo dentro de mí que me asegura que no hay nada, es decir, la no-existencia: me aterra.
¿De verdad esto es irremediable?, ¿esta naturaleza de mi ser? Quisiera creer que no. Quisiera que este frío y este ocio existencial dejaran de recordármelo... después de todo, esto es lo que provoca el aburrimiento.

No hay comentarios: