17 abril 2015

Me abandonaste

Me abandonaste. Me abandonaste a mi suerte con este cúmulo de ansiedad y una mente resquebrajada. Me abandonaste con el te quiero en la boca y mis ciegas ganas de verte, esas mismas ganas que son las que me engañan y que me hacen creer que estás conmigo. Porque yo no existo para ti. Yo no existo en tu mundo a menos que me veas y tan pronto me alejo me olvidas. Yo no existo en tu mundo porque no soy lo que deseas, no te completo y por lo tanto me abandonas.

Si pudieras verte con mis ojos, esos ojos que son resultado de mi historia y de la tormenta que ya ha pasado, verías tu gesto que me salva cada día. Verías tu cara casi infantil que me remite a tu propia inocencia. Verías también la expresión que me denota complicidad, que estamos juntos en esto y estarás por siempre conmigo. Y si pudieras escucharte con mis oídos, escucharías tus palabras que me aman y me cuidan y me llaman; tus palabras, pero no tú. Y si pudieras sentir con mi corazón te asfixiarías con lo grandioso de tu presencia y sabrías que ya me has hecho miserable, porque no hay nadie más que tú.


Y te vas y me abandonas y me matas, porque te amo y te me escapas.

07 abril 2015

Sobre(viviendo). Sueño profundo y despertar.


[I. El letargo]

-       ¿Cómo estás?
-       Estoy chido.
-       (¿A qué te refieres con chido?).
-       (A que, al menos como yo puedo percibirlo, me siento estable. No hay cosas que me alteren demasiado y por lo tanto puedo funcionar en el mundo).
-       ((Pero, al menos en el último año, le han caído algunas bombas a tu mente, unas inofensivas y algunas más agresivas, pero bombas, al final)).
-       Creo que noté algo parecido.

           Dormir es uno de los placeres más grandes, para mí, incluso más que comer o mi idea de lo que es fornicar. Los sueños son expresiones de deseos inconscientes, pero el acto de soñar mismo puede entenderse como una especie de defensa, porque soñando somos parcialmente inmunes a los estímulos del mundo exterior. Soñando alejamos aquello que nos duele.
            El letargo al que me refiero podría ser una analogía del sueño. Sobrevivir sin vivir exactamente, interpretando una patética burla de lo que es sentir. ¿Cuáles son nuestros auténticos sentimientos? ¿Cuáles son mis auténticos sentimientos, si permanezco inmune a los estímulos del mundo exterior, si alejo el dolor en cuanto puedo?
            No pienses. No sientas. Racionaliza. Racionaliza todo lo que te ocurra. Vaya porquería. Por favor, vayamos más profundo. Enfréntate al dolor.

[II. Arte como salvación]

            No hay nada.
            Sobrevive. Duerme. Sueña. Despierta y olvida. Sigue sobreviviendo. Rutina. Y nada. No hay inspiración. Parece increíble que haya pasado mucho tiempo sin emocionarme con una canción, sin bailar, sin escribir, pero ocurre que la inspiración no llegaba. El letargo artístico parece estar asociado al letargo en la vida misma.
            ¡Date cuenta! ¡Tienes un lugar en el mundo! Lo que hacen y no hacen los otros tiene un efecto sobre ti, pero lo que tú haces y no haces también tiene un efecto sobre los otros. ¿Tan difícil es pensar (sentir) eso?

Los otros indudablemente te han herido, pero tratan de acercarse. ¿Por qué los alejas? ¿Tanto miedo tienes al dolor?

            El letargo desaparece. ¿Por qué? Porque no puedes permanecer más tiempo sobre(viviendo) en el mundo. También tienes un efecto sobre los otros.
            Lágrimas. Lágrimas de desesperación. Dolor estomacal, sí, también. ¿Y ahora qué hago? (Habla con otros, ahí están, y escribe, escribe tan creativamente como puedas).

“Te quiero mucho y eres grande, haces muchas cosas. Tal vez no las percibes como tú quisieras, pero ahí están. Todo lo que haces está y está por algo, y tú lo haces por algo”.

[III. ¡Despierta!]

-       ¿Sabes? Tengo un verdadero problema con mis hábitos. Ocurre que me cuesta mucho trabajo levantarme en las mañanas. Es que simplemente suena el despertador y lo ignoro. ¡No quiero despertar! Me gustaría seguir durmiendo.
-       (¿Es posible que ese problema esté asociado con no querer despertar en la vida misma?)

Es muy posible. Ocurre que, al estar consciente de todo esto, en autómatico tengo la responsabilidad de enfrentarlo. Pero no quiero. ¡Yo no pedí esta responsabilidad!

-       Si no lo haces, seguirás cometiendo los mismos errores. Seguirás alejando a las personas que intentan acercarse. Perderías lo más preciado que tienes. Perderías a los otros y a ti mismo.

A penas desperté, o al menos eso creo. Abro los ojos. Veo la luz. Es mucha. Me deslumbra. Y no puedo. Llor(iquero). No quiero estar solo. Y por el momento, nada más.

12 diciembre 2014

Viernes 12 de diciembre de 2014

Querido diario:

La inspiración para volver a escribir ha regresado, pero no sólo la inspiración, sino también una suerte de fuerza y valentía para afrontar esta desesperación que siento; mi inherente hastío. Definitivamente es extraño volver a retomar esta especie de diario después de varios años.

Hoy decidí quedarme en casa y no hacer nada. Es curioso ver en retrospectiva y notar que todo lo que he hecho este año, los paseos por las tardes antes del psicoanálisis, mi trabajo en el laboratorio, y hasta algunos encuentros ocasionales, los he provocado para no pensar. Pero el momento por fin ha llegado.

  • Me pregunto si por momentos no deseas sentirte libre de ese dolor monótono; me pregunto si no deseas sufrir un duro golpe, dejarte hundir en la desesperación.

¿Qué es lo que le ocurre a esta habitación? ¿Qué es lo que le ocurre a mi casa? ¿Qué es lo que le ocurre a la realidad misma? Todas ellas despiden una sensación de soledad. Todas ellas me hacen pensar en el sinsentido de mi vida. A lo largo de estos años, he decidido creer que el sentido de la vida de cada uno de nosotros lo formamos a partir de lo que somos y lo que hacemos. Pero creo que todo lo que he hecho no me ha dado el sentido adecuado. Creo que todo lo que he hecho sólo ha servido para llenar inútilmente un vacío. Ha llegado el momento de someterme a mis temores existenciales y correr el riesgo de romperme, de desmoronarme en piezas que espero sean reconstruidas de una forma nueva, agradable pero, sobre todo, fuerte. Creo que es muy pronto para hablar de una reconstrucción.

Mis lentes se están limpiando.


Basta de pensar. Le prometí a mi hermano y a mi abuela que saldría a comer con ellos. Espero que la solución de esos lazos me dé un poco de sentido.

07 abril 2014

¿Cómo estás?

(Si me preguntas cómo estoy, seguramente sólo te diré que me encuentro bien. Si me preguntas qué tal estuvo mi día, la respuesta no diferirá mucho. Es casi imposible que pueda comunicarte todo lo que he sentido, todo lo que he pensado, todo lo que he reflexionado y todo lo que he llorado. Es casi imposible que pueda pensar que a alguien pueda importarle. Pero te lo diré de todas formas.

Hoy mi día estuvo bien. Realmente no considero importante mencionarte todo lo que he trabajado. Mejor comencemos con Mi Vecino Totoro, esa película tan sencilla, con un guión modesto, pero fue linda. ¿Qué hubieran hecho esas pobres niñas de haber muerto su madre? Sigamos con la obra de teatro. Un concepto algo innovador: dividir las escenas en diferentes escenarios. En parte me sentí identificado con aquella chica que bailaba agonizantemente en el tubo, hablando del amor, de la miseria, de la asunción. Y con aquellos trabajadores agobiados por la rutina, que tan sólo con un acto valiente fueron liberados: bailaban, reían, se estremecían, como si se tratase de un orgasmo mezclado con un aliento de vida. Quería ser ellos.

Pareciera que aquella chica actriz, al platicar unos breves momentos conmigo, supíera todo lo que había en mí. Como si su abrazo fuera un intento por volver a juntar todas mis partes rotas. Cuando me hizo la mentada pregunta sólo le respondí "estoy bien", aunque en realidad quería decir que estaba destrozado, que no sabía que hacer, que no tenía ganas de seguir. Pero no fue así. "Tú eres Ícaro", fue su conclusión final.

A veces, un Benson, la noche, unas cuantas fachadas coloniales y mi propia compañía es todo lo que necesito para pensar, para sentirme yo de nuevo. A veces creo que necesito re aprender a estar solo. (Nadie me cuida). ¿Pues quién podría cuidar de mí, más que yo mismo? Tal vez la noche no pudo terminar mejor que con mi viaje en metro de regreso, acompañado a ratos por aquel hombre invidente cantando viejas canciones de Roberto Carlos, a penas con la poca garganta que le quedaba. Fue hermoso.

Si me preguntas qué tal va mi día, y esperas una respuesta sincera, seguramente te diré algo como esto.

Si me preguntas cómo estoy, y esperas una respuesta sincera, diré que me siento débil, triste, como si a penas pudiera cargar las propias partes de mí mismo. Realmente estoy desecho.

"¿Sabes? Nunca me he sentido cómodo estando con muchas personas. Es que siento que simplemente no encajo con ellas. Pero últimamente he aprendido que hablar con otros ayuda a las personas a sentirse mejor, a sentirse acompañados. Nunca lo supe".).

27 mayo 2012

Reflexión sin fines poéticos


Antes de haber estado en donde ahora estoy, me encantaba hablar de teorías. Nada más que psicología pop. Cosas que me parecían realmente ciertas; y aun lo hacen. Recuerdo que una de esas cosas era pensar que si alguien carecía de bienestar y amor en ambientes claves de su vida, tal como su familia, al momento de tener una pareja buscaría todo ese amor que le falta en esa persona. Por lo tanto, en el momento en que su pareja lo dejara, este sujeto hipotético quedaría desgarrado por dentro, puesto que su pareja habría sido su todo, su mundo, todo aquello que le falta. Cual si fuera una operación matemática: lo que le falta lo buscará por otra parte. Por su puesto que esto sólo es un caso hipotético, no real. Pero, ¿y si lo fuera? ¿Y si ese fuera yo?
            Reflexionando, viendo al espejo y fijando mi atención a todo lo que hay a mi alrededor, se podría decir que carezco de amor. Por ello es que busco ese cariño en otras personas. Personas que puedo considerar especiales. Es por ello que busco un amigo especial, que me escuche, que me acompañe en mis momentos difíciles (tal como ahora), pero sobre todo, que pueda compartir todo con él/ella. Ese clásico amigo que siempre esté conmigo, tanto en diversiones como en pesares. Pero vamos, que ellos no tienen la culpa de que por carecer de amor tengan que tolerarme, tengan que estar obligados a quererme, porque simplemente no lo valgo. Tampoco es como que pueda exigir a cualquiera de mis amigos que estén conmigo, en primer lugar porque dudo que muchos de ellos tengan esa capacidad para hacerme sentir bien, y en segundo lugar porque dudo merecerlo, dado que siento que no he hecho suficiente por ellos como para que me ayuden, para que estén al pendiente de mí. Realmente no merezco a alguien que se preocupe por mí.
            Finalmente, lejos de ser esto un pedazo de poesía –como suele serlo-, sólo es un pensamiento, algo que busqué expresar bajo algún medio.

24 abril 2012

Cuentos de arboles

"El hombre, por instinto narcisista, busca en la tierra con rencor la perfección de una flor, sin darse cuenta que poco a poco ellas también mueren."


- La belleza, por suerte, no es eterna. Suspira con alivio el Roble marchito.

02 marzo 2012

Martes 28 de febrero de 2012

Querido diario:

Mi panorma: de mi lado derecho, veo un gran árbol que se divide en tres gruesas ramas, situdo delante de una gran y elegante ventana redonda, mientras que de mi lado izquierdo, la profesora explica la entrada y salida de sodio y potasio en el potencial de acción de una neurona, y me acuerdo de ti, que una vez te tuve como mi amigo, mi inanimado y estático amigo que escuchaba mis patéticas ideas que temía a expresar a otras personas. Contigo me sentía cómodo, incluso libre. Y ahora te recuerdo.

¿Sabes? Estos días no han sido fáciles para mí. He aprendido que debo ser yo mismo, y para eso, no debo hacer nada; pero me he topado con que yo soy una gama de actuaciones que ocultan mi verdadero ser. ¿Cuál de estas actuaciones soy en realidad, si es que soy alguna de ellas? Para empezar, ¿por qué comencé con esto? Tal vez porque detestaba ser yo mismo, no ser agradable para los demás... y lo sigo detestando.

Ahora, mi propósito es confiar en mí, expresar lo que soy sin temor alguno, pues tengo la plena confianza que si lo hago, los demás responderán por sí solos, y me aceptarán como soy, sin actuaciones, sin máscaras. Sin embargo, un hay más. Este cambio que pretendo involucra analizar todo lo que soy: analizar significa destrozar cada parte de mi vida, enfrentarme a mí mismo, y sobrevivir a ello. Me pregunto si esto funcionará. Me pregunto si tú me ayudarás, querido diario, pedazo de papel inanimado que me ha acompañado tantas noches insípidas. Por favor, permanece conmigo.

Como siempre, el sueño me hace sentir irreal, fuera de este mundo. Como siempre, el sueño me hace decir cosas estúpidas. Como siempre, anhelo estar en ese mundo que es el sueño, que, por lo menos, yo manipulo y disfruto a mi antojo; y si bien el sueño se desvanece al amanecer, puedo dormir con la esperanza de disfrutar de nuevo esa segunda vida, que me pertenece.