25 mayo 2009

21 de mayo de 2009

Jueves 21 de mayo de 2009

Querido Diario:

No sé por qué tengo la costumbre de preguntarte cosas estúpidas, como "¿has sentido...?" o "¿te ha pasado...?". Claro que no lo has hecho, eres sólo papel, pero... tú sabes... la necesidad de sentirse escuchado...

Hoy tuve un sentimiento extraño... sí, era de soledad, pero fue distinto a las sensaciones que he tenido antes. Me di cuenta que ha pasado el tiempo, y que poco a poco, las personas se van alejando, por una razón u otra... siempre es así...

Incluso a la persona que más quiero, no sé si podré mantenerla a mi lado... lo más seguro es que se termine yendo, como todos los demás. No me creo tan fuerte como para mantenerla junto a mí. No soy más fuerte que el tiempo. No soy más fuerte que el olvido. No soy fuerte.

Y sí, juro que intenté salvarla, lo dí todo de mí, pero aun así, no lo logré, y con esto, salieron dos palabras de mi boca que nunca creí que yo diría: "me rindo". Lo sabía... no fui tan fuerte...

En cualquier momento, esa persona saldrá de mi vida, como lo hacen todos, y consigo se llevará un poco más de mi esperanza. Al fin, ¿qué es una pérdida más?; personas irán y vendrán, como ella, y cada pérdida sólo me costará un poco de anestesia a mi corazón, hasta que quede completamente sedado...

Creo que esta soledad es de la que hablaba al principio: la de sentir cada vez menos a la gente... es natural.

Es raro, yo siempre he hablado de tener esperanza, de nunca rendirse y de confiar en los demás; tal parece que todo ello se ha volteado en mi contra, a tal grado de no saber qué creer... qué sentir... Por ahora sólo prefiero no pensar.

Creo que iré a dormir. ¿Y sabes qué? Gracias por todo, pues aunque, como dije, seas sólo papel, eres el único con quien me puedo desahogar. Y no te preocupes, ella no sólo se irá y ya. Su esencia quedó marcada en una de tus páginas, querido diario, así que te pido que la conserves por favor, pues no quiero que su recuerdo sólo se desvanezca...

En fin, creo que comienzo a enloquecer; no es común que le hable a un objeto inanimado; lo mejor será que descanse. Espero despertar recordando este momento sólo como un mal sueño...

Aldo

20 mayo 2009

20 de mayo de 2009

Querido Diario:
Hoy es un día en el cual mis pensamientos bailan con el viento, las palabras se revuelven, la inspiración viene. Hoy es uno de esos días en los que, las palabras no parecen tener significado, en los que no decido si escribir esas tantas frases de amor o seguir guardándolas, evitándolas, solo por no querer recordar, por no querer llorar.
Hoy me ha costado concentrarme en sus bellos ojos, la humedad no me lo permitía. Hoy, el vacio se hizo presente, se coló a través de la espesa nube de pensamientos grises de la tarde, pero sobre todo hoy, vino la soledad, de nuevo, jugando con el destino, burlándose.
No se lo que escribo, todo esto es confuso. Las palabras no parecen tener principio ni fin, me cuesta trabajo pensar en el sol. Me cuesta trabajo pensar en mi sol.
Si alguien alguna vez encuentra este viejo cuaderno, que adopté como confidente, se que no entenderá lo que escribo. No creo que ni el viento lo entienda. ¿Pero eso importa?, en realidad no creo que alguien se interese en un cuaderno sin pasta, con hojas amarillentas, con manchas de tinta en las esquinas, no… no lo creo. Sobre todo, no creo que alguien se interese en leer la vida de alguien que se siente tan solitaria, que vive una vida aparentemente vacía, triste y sin ganas. Mi vida.
Querido diario, querido…
Parece que esta noche la luna no saldrá, ¿estará tan avergonzada como yo de aquellas nubes grises?. La esperaré. La esperaré y le gritare que yo también.

18 mayo 2009

18 de mayo de 2009

Querido Diario:
Hoy he decidido mirar al cielo, a esas nubes grises que han tapado a mi sol. Aquellas nubes que me han hecho sumergirme en mil pensamientos y revivir mis sentimientos.
Me hacen sentirme un poco triste, con algo de nostalgia. Me hacen recordar cosas que no quisiera recordar, cosas que pensé muertas y enterradas en lo más hondo de mi memoria, parece que hoy salen a jugar de nuevo con algunas de mis lágrimas.
De pronto, ligera lluvia comienza a caer en mis manos. Agua fría que viene de unos ojos que creyeron verlo todo.
No se porque estaba triste, pero lo estaba
Caminé al otro lado de la calle, donde cerré los ojos y dejé de sentir el piso bajo mis pies, sentía el cielo más inmenso sobre mi cabeza y al mirar abajo, me percaté de que estaba volando.
Era un pájaro más en el cielo, uno libre, sin aspiraciones, sin pretensiones. Lo único que quería era seguir volando, sentir el viento y dejar de respirar la espesa nostalgia de allá abajo.
 Pero el encanto duro poco. Un coche que pasaba me despertó de mi dulce sueño al mojarme con el agua estancada de la lluvia de anoche. Dejándome ahí, de nuevo vacía, triste y sola bajo esas nubes grises.

15 mayo 2009

Bajo la lluvia

Estabas bajo la lluvia y sonreías,
yo corría, quería mirarte,
pero mis pies no se movían

Estábamos bajo la lluvia y yo moría,
dulce muerte en vida
que no me deja ver la luz del día

Finas gotas de lluvia
que caen ante nuestros ojos,
nos maldicen la vida

Estábamos bajo la lluvia,
una lluvia fría,
una lluvia de lágrimas

Ahora estoy bajo la lluvia,
cantando, bailando,
soñando con olvidar mi pasado



02 mayo 2009

01 mayo de 2009

Querido diario:
Hoy no pude evitar llorar al despertar… te preguntaras en que estaba soñando o tal vez no, pero aunque resulte doloroso recordar, te lo escribiré.
Soñé que estaba atrapada, no recuerdo en donde, pero así lo sentía. Sabia que debía encontrar y destruir a alguien, lo sabia como sólo en los sueños puedes saberlo. De pronto me encontré dentro de un camión lleno de militares, o al menos eso parecía, ellos no podían verme, así que tomé ventaja de ello y uno por uno les corté la garganta con una navaja que tenía a la mano. Después de la masacre, hurgué bajo sus asientos, no sabia que buscaba, pero lo buscaba, abrí una a una las cajas metálicas que se encontraban debajo. En las primeras seis no habían nada, hasta que abrí la séptima, y ahí estaba lo que tanto buscaba, era una escopeta con no más de cinco municiones. La tomé e inmediatamente la cargué, me dirigí al frente del camión esperando un encuentro con el conductor, que para mi sorpresa era ella y no él, le apunté en la cabeza con la escopeta, no dudé ni titubee ni un segundo, estaba segura de lo que hacia y le dije en voz baja 'perdóname' justo después… le disparé.
Luego hubo un cambió repentino en la escena. Ya no estaba en el camión, ahora me encontraba en un campo abierto. A lo lejos veía a unas cuantas personas que en mi sueño clasifiqué y reconocí como amigos. Volteé y vi que a mi derecha estaban tres tigres amenazando con atacar y quitarme la vida en cuanto yo me distrajera, cargue de nuevo la escopeta, y en menos de un segundo uno de los tigres se lanzó hacia mi, no dude en dispararle justo en el pecho, quedando así, tirado, muerto, ensangrentado en lo virgen del pasto verde, manchándolo con rojo. Después me dirigí hacia mis “amigos” recibiendo unos cuantos insultos y regaños sobre el tigre muerto, pero no me importo en absoluto, no, de hecho disfrute el haberle matado, a él y a cada uno de esos estúpidos militares que se encontraban a bordo de ese camión, pero mi fascinación hacia la muerte fue mas intensa cuando le dispare en la cabeza a la conductora del dichoso camión.
No pasó mucho tiempo cuando vi que una pantera negra se dirigía corriendo hacia mi, no… en realidad no era yo. Estaba atrapada en el cuerpo de una de mis compañeros. La pantera se me lanzó, me mordisqueó las manos con tanta fuerza que logró romperme cada uno de los huesos. La sangré broto, roja y brillante. No sentía dolor alguno. Le insistí a la pantera en que me matara. ¿Qué diablos esperaba para hacerlo?, de repente volví a mi cuerpo, tomé de nuevo la escopeta y repetí la misma operación… pero esta vez le disparé a esa chica que sólo en sueños conocía.
Después de todo esto, llegó el silencio y reinó la paz. Mis “amigos” y yo nos reunimos en circulo a contarnos cosas del pasado. No me sentía muy a gusto con la plática. Aun no encontraba a la persona que buscaba… tenia que seguir con la búsqueda y ellos solo me detenían…
Desperté asustada con el llamado de mi madre, no recuerdo que me dijo, sólo su voz fría… cortante. Cuando se fue me senté en la cama a llorar… 'una vez más te busqué en sueños, pero no logré encontrarte' pensé.