18 mayo 2009

18 de mayo de 2009

Querido Diario:
Hoy he decidido mirar al cielo, a esas nubes grises que han tapado a mi sol. Aquellas nubes que me han hecho sumergirme en mil pensamientos y revivir mis sentimientos.
Me hacen sentirme un poco triste, con algo de nostalgia. Me hacen recordar cosas que no quisiera recordar, cosas que pensé muertas y enterradas en lo más hondo de mi memoria, parece que hoy salen a jugar de nuevo con algunas de mis lágrimas.
De pronto, ligera lluvia comienza a caer en mis manos. Agua fría que viene de unos ojos que creyeron verlo todo.
No se porque estaba triste, pero lo estaba
Caminé al otro lado de la calle, donde cerré los ojos y dejé de sentir el piso bajo mis pies, sentía el cielo más inmenso sobre mi cabeza y al mirar abajo, me percaté de que estaba volando.
Era un pájaro más en el cielo, uno libre, sin aspiraciones, sin pretensiones. Lo único que quería era seguir volando, sentir el viento y dejar de respirar la espesa nostalgia de allá abajo.
 Pero el encanto duro poco. Un coche que pasaba me despertó de mi dulce sueño al mojarme con el agua estancada de la lluvia de anoche. Dejándome ahí, de nuevo vacía, triste y sola bajo esas nubes grises.

1 comentario:

Zu dijo...

Excelente prosa. Una pequeña carta impregnada hasta el fondo de sentimientos de nostalgia y melancolía. Felicidades Casra, eres una genialidad de escritora!