-Recuento de los daños:
Vacio, vacio, vacio… espera… no, también está vacio.
Vacio, vacio, vacio… espera… no, también está vacio.
-¿Pero que me dices de eso?
- No, eso ya está roto
- No, eso ya está roto
-¿Quién pudo haber hecho tal cosa?
- Sólo te diré que la culpa la tengo yo por dejar entrar a la soledad.
- Sólo te diré que la culpa la tengo yo por dejar entrar a la soledad.
-¿Qué es lo que se hace en una situación así?
-No lo sé… simplemente no lo sé…
-No lo sé… simplemente no lo sé…
Entonces grite: ¡Ayuda!...
… pero nadie me escuchó.
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